Capítulo X
Santa Teresa de Ávila
Otro importante personaje perseguido por la Inquisición Española fue Santa Teresa de Jesús, a quien se le acusó de remedar el sacramento de la confesión, estableciendo en las casas de su orden, la costumbre de confesar públicamente las faltas, para que las culpables recibieran el castigo reglamentario.
El cuaderno donde apuntaba los hechos más relevantes de su vida permaneció más de 10 años en poder de la Inquisición. Al respecto recuerdo que en uno de los viajes que he hecho a España, y especialmente a San Lorenzo del Escorial, visitando la biblioteca de Felipe II en ese palacio y convento, me encontré con un cuaderno, escrito de puño y letra por Santa Teresa de Jesús, que puede haber sido el mismo que por una década guardaron los Inquisidores. Hoy ese cuaderno es, tal vez, una de las piezas bibliográficas más valiosas de la biblioteca del mismo Rey que, a través del Tribunal del Santo Oficio, tanto persiguió a la Santa.
Los Inquisidores no se atrevieron, sin embargo, a ponerla en prisión tal era su fama de mujer Santa y religiosa, pero la sometieron a frecuentes interrogatorios y a la humillación de abrir sus conventos a los hombres del San Oficio, para que interrogaran a las monjas de claustro.
El 15 de diciembre de 1577, Santa Teresa dirige una carta al Rey Felipe II donde le escribe “si no me protegéis con mis pobres carmelitas ¿qué será de nosotras sin otro apoyo en el mundo?
Sor Teresa era una mujer de buena estatura, de tez blanca, cabello negro rizado, ojos redondos y negros y nariz pequeña. “Tenía suavidad, nobleza y alegría en la condición y trato”.
La Compañía de Jesús le prestó todo su apoyo, y con bastante razón, fresca estaba en el recuerdo de los Jesuitas la persecución que la Inquisición había desatado contra su fundador Ignacio de Loyola.
La Inquisición conformada por la orden de Santo Domingo, por rivalidades conventuales como ya hemos señalado antes, había perseguido a otros insignes Jesuitas como San Francisco de Borja y el padre Laínez de Almazan.
Finalmente todas las acusaciones contra Sor Teresa de Jesús fueron desestimadas.
Teresa de Ávila, o Santa Teresa de Jesús nació el año 1515, fue fundadora de la orden de las carmelitas descalzas. Era una escritora y poeta destacada, de un profundo misticismo. Su nombre verdadero era Teresa de Cepeda y Ahumada, natural de Ávila. Estudió en el convento de la Agustinas y luego en el de la Encarnación, de las carmelitas.
Disgustada por la indisciplina de las carmelitas, no vaciló en enfrentarse a sus superioras y con el apoyo del papa emprendió una serie de profundas reformas. El año 1562 funda en Ávila el convento de San José que se transforma en la primera comunidad de las carmelitas descalzas. Aunque siempre fue perseguida por funcionarios eclesiásticos envidiosos, y como ya hemos señalado por la propia Inquisición, persistió en sus propósitos, fundando 16 casas religiosas y 14 conventos para hombres.
Sus escritos son una contribución notable a la literatura mística y devocional. Falleció el año 1582 y fue canonizada el año 1622. Fue la primera mujer proclamada doctora de la Iglesia el año 1970.
LAS FRÍAS ESTADÍSTICAS
El resultado final de las acciones del Tribunal del Santo Oficio, para este período en España, fue la condena dictada contra 35 mil personas, siendo quemada o muertas en la tortura 3.000. Sin embargo, se calcula que desde el nombramiento del Inquisidor General, Fernando Valdés, hasta el advenimiento de la Dinastía de los Bonaparte el siglo XIX, fueron quemadas en la hoguera Española 32 mil personas y permanecieron en prisión hasta su muerte 291.000.
La siguiente es la triste estadística detallada, por Inquisidor, durante el reinado de Felipe II.
INQUISIDOR AÑOS QUEMADOS SOMETIDOS A PENITENCIA QUEMADO EN EFIGIE
Valdés 1547-1566 2400 12.000 1200
Espinosa 1566-1573 720 3.600 360
Quiroga 1573-1594 2816 14.080 1408
PERIODO 1547-1805 32.000 291.000 17.000
Santa Teresa de Ávila
Otro importante personaje perseguido por la Inquisición Española fue Santa Teresa de Jesús, a quien se le acusó de remedar el sacramento de la confesión, estableciendo en las casas de su orden, la costumbre de confesar públicamente las faltas, para que las culpables recibieran el castigo reglamentario.
El cuaderno donde apuntaba los hechos más relevantes de su vida permaneció más de 10 años en poder de la Inquisición. Al respecto recuerdo que en uno de los viajes que he hecho a España, y especialmente a San Lorenzo del Escorial, visitando la biblioteca de Felipe II en ese palacio y convento, me encontré con un cuaderno, escrito de puño y letra por Santa Teresa de Jesús, que puede haber sido el mismo que por una década guardaron los Inquisidores. Hoy ese cuaderno es, tal vez, una de las piezas bibliográficas más valiosas de la biblioteca del mismo Rey que, a través del Tribunal del Santo Oficio, tanto persiguió a la Santa.
Los Inquisidores no se atrevieron, sin embargo, a ponerla en prisión tal era su fama de mujer Santa y religiosa, pero la sometieron a frecuentes interrogatorios y a la humillación de abrir sus conventos a los hombres del San Oficio, para que interrogaran a las monjas de claustro.
El 15 de diciembre de 1577, Santa Teresa dirige una carta al Rey Felipe II donde le escribe “si no me protegéis con mis pobres carmelitas ¿qué será de nosotras sin otro apoyo en el mundo?
Sor Teresa era una mujer de buena estatura, de tez blanca, cabello negro rizado, ojos redondos y negros y nariz pequeña. “Tenía suavidad, nobleza y alegría en la condición y trato”.
La Compañía de Jesús le prestó todo su apoyo, y con bastante razón, fresca estaba en el recuerdo de los Jesuitas la persecución que la Inquisición había desatado contra su fundador Ignacio de Loyola.
La Inquisición conformada por la orden de Santo Domingo, por rivalidades conventuales como ya hemos señalado antes, había perseguido a otros insignes Jesuitas como San Francisco de Borja y el padre Laínez de Almazan.
Finalmente todas las acusaciones contra Sor Teresa de Jesús fueron desestimadas.
Teresa de Ávila, o Santa Teresa de Jesús nació el año 1515, fue fundadora de la orden de las carmelitas descalzas. Era una escritora y poeta destacada, de un profundo misticismo. Su nombre verdadero era Teresa de Cepeda y Ahumada, natural de Ávila. Estudió en el convento de la Agustinas y luego en el de la Encarnación, de las carmelitas.
Disgustada por la indisciplina de las carmelitas, no vaciló en enfrentarse a sus superioras y con el apoyo del papa emprendió una serie de profundas reformas. El año 1562 funda en Ávila el convento de San José que se transforma en la primera comunidad de las carmelitas descalzas. Aunque siempre fue perseguida por funcionarios eclesiásticos envidiosos, y como ya hemos señalado por la propia Inquisición, persistió en sus propósitos, fundando 16 casas religiosas y 14 conventos para hombres.
Sus escritos son una contribución notable a la literatura mística y devocional. Falleció el año 1582 y fue canonizada el año 1622. Fue la primera mujer proclamada doctora de la Iglesia el año 1970.
LAS FRÍAS ESTADÍSTICAS
El resultado final de las acciones del Tribunal del Santo Oficio, para este período en España, fue la condena dictada contra 35 mil personas, siendo quemada o muertas en la tortura 3.000. Sin embargo, se calcula que desde el nombramiento del Inquisidor General, Fernando Valdés, hasta el advenimiento de la Dinastía de los Bonaparte el siglo XIX, fueron quemadas en la hoguera Española 32 mil personas y permanecieron en prisión hasta su muerte 291.000.
La siguiente es la triste estadística detallada, por Inquisidor, durante el reinado de Felipe II.
INQUISIDOR AÑOS QUEMADOS SOMETIDOS A PENITENCIA QUEMADO EN EFIGIE
Valdés 1547-1566 2400 12.000 1200
Espinosa 1566-1573 720 3.600 360
Quiroga 1573-1594 2816 14.080 1408
PERIODO 1547-1805 32.000 291.000 17.000